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¿Has escuchado hablar sobre las teorías conspirativas? Alicia, una paciente y también muy amiga de mi mamá cree en varias de ellas: cree que el hombre no llegó a la luna, que Walt Disney está congelado y que estamos gobernados por reptilianos.
Pero cuando le hablé sobre cómo las empresas atentan en contra de nuestra salud para vender sus productos, me llamó paranoico.
Este es un blog post diferente a los que estás acostumbrado a leer en este espacio, pero es totalmente necesario hablar al respecto.
Es cierto que, a pesar de que la medicina y sus tratamientos han evolucionado, las cifras de algunas enfermedades siguen en alza. En 2018 hubo 18.1 millones de casos de cáncer en el mundo. En 2021 se detectaron 20 millones de casos nuevos, según la Organización Mundial de la Salud. Solo en ese año se diagnosticaron 1.898.160 millones de casos de cáncer en Estados Unidos.
Y esa no es la única enfermedad en alza en el mundo. Para 2021 había 1280 millones de adultos de entre 30 y 79 años con hipertensión. La OMS dice que pasó de haber 650 millones de personas con hipertensión a 1.280 millones en 30 años.
Con la diabetes la realidad no es tan diferente. 422 millones de personas en 2021 padecían diabetes en todo el mundo, 29 millones solo en Estados Unidos.
Pero más allá de los datos, hay un caso que desde 2005 está haciendo dudar sobre la honestidad de las industrias. No solo la farmacéutica, sino también las organizaciones de salud mundiales.